Sólo una mano que baila con el lápiz, sobre una hoja de papel. Sólo unos dedos que dibujan su vida sobre las teclas de un ordenador.
Sólo un alma desteñida, con mucho que soltar, pero sin ánimos de hablar. Sólo soy yo, en un momento, pensando sobre pensar.





martes, 12 de febrero de 2013

eres después cuando estás bajo el árbol
de carmesí y tradición porteña,
y de tu tiempo sobre el asfalto capitalino.

tan lejos del después,
ese que espero
desde el día
de la revelación
            primera.