Sólo una mano que baila con el lápiz, sobre una hoja de papel. Sólo unos dedos que dibujan su vida sobre las teclas de un ordenador.
Sólo un alma desteñida, con mucho que soltar, pero sin ánimos de hablar. Sólo soy yo, en un momento, pensando sobre pensar.





jueves, 11 de agosto de 2016

nosotros mismos que en escala de grises afloramos de ocaso y sin brindis.
nosotros,
otros
    que ahora pervivimos en un resquicio inmutable

nosotros
y esta misma senda
que se vuelca hasta su abismo obligando el enfrentamiento
                                                                       y el mirarnos
en la ausencia propia que hoy nos nombra