Sólo una mano que baila con el lápiz, sobre una hoja de papel. Sólo unos dedos que dibujan su vida sobre las teclas de un ordenador.
Sólo un alma desteñida, con mucho que soltar, pero sin ánimos de hablar. Sólo soy yo, en un momento, pensando sobre pensar.





lunes, 24 de julio de 2017

siempre quise saber por qué tu dirección solía converger con la mía.
ese día me invitaste a tu cumpleaños.

yo de inmediato supe que no quería estar ahí.

me parecía divertido que pudiéramos coincidir
solo a costa de esas malas decisiones
que nos hacían tropezar
insistente y dócil
como la palpitación de un catatónico
o un muerto.

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