Sólo una mano que baila con el lápiz, sobre una hoja de papel. Sólo unos dedos que dibujan su vida sobre las teclas de un ordenador.
Sólo un alma desteñida, con mucho que soltar, pero sin ánimos de hablar. Sólo soy yo, en un momento, pensando sobre pensar.





jueves, 7 de noviembre de 2013

parecido al despertar de golpe
que inició silente en madrugada
y al color del barro en el zapato,
vuelven los temores como inertes
alejados del omnipotente
arrastrando los ánimos de una voluntad
que encuentra impulso en fallos invisibles

de ausencias y a tiros he resuelto el rumor
que se proyecta cruel en mis fracasos
encontrándome inserta en el abrigo de una mirada,
me vi rendida al sinsentido pauteado desde la estructura
que no cae
ni dejará de ser

miércoles, 2 de octubre de 2013

Casi eternos

Conversaba con el amor de su vida
sobre cuestiones que no tenían nada que ver con el amor
                                                                         ni con la vida
y no sabía si llegaría a amarlo en ese instante casi eterno
o si lograría que pasara algo más
                                     que lo de ellos fuera en serio,
                                     que se acabara nunca.

No es acaso el amor de su vida,

pero logró sentir más la vida cuando tenía su amor
no importó donde
y ya no importan ambos.

No fue el amor de su vida
ninguno lo fue del otro,
pero la vida tuvo sus nombres aquellos días
que se fueron
y que fueron
casi eternos




sábado, 31 de agosto de 2013

Stalin

él vino y me mostró la esencia
aquello por lo que se sonríe.
me entregó la formula
y la describió
             paso a paso.

Finalmente,
        en la despedida
añadió la invitación.



Dije no.



sábado, 2 de marzo de 2013


desde mi destierro voy soltando las noches que llevaba amarradas a la garganta
mis pies contra el pavimento en la constante guerra de desarme
mientras resuena su sinfonía de techos bípedos y madera húmeda

sin tanto aire se volvieron signos imborrables e insignificantes.
sobre ese montón estoy sin mañana.
tumbada, errante, de espaldas.

y la lira sin templo,
con piedrecilla en la boca, raíces mal cortadas y tinta de máquina.
goteando savia y riendo a causa de su derrame.

                                   pero ya es veintiuno.
se acabó el frío y con ello las hojas secas.

también se puede oír a lo lejos un terror de puertas 
violándose sin deseos
un terror de manos
violándose sin deseos

mercurio.
pienso;
            en la dosveintitrés dirección diego silva,
            con la sien izquierda sobre el vidrio inestable;
¿y si -no tarde- hubiese leído la sección noventa
de la edición dominical?

martes, 12 de febrero de 2013

eres después cuando estás bajo el árbol
de carmesí y tradición porteña,
y de tu tiempo sobre el asfalto capitalino.

tan lejos del después,
ese que espero
desde el día
de la revelación
            primera.

domingo, 6 de enero de 2013

que sean siglos en las venas y hojas sobre puentes.
aunque continúe
se detendrá en la hora donde la cordura
que se quiebra en el sonido
se encuentre a tu espalda
lista para entrar.

he tallado en mi memoria
el no hacer de la existencia un seco final frente al tiempo
donde nada vuelve
y sin embargo todo llega,
de nuevo, al retorno eterno.