Sólo una mano que baila con el lápiz, sobre una hoja de papel. Sólo unos dedos que dibujan su vida sobre las teclas de un ordenador.
Sólo un alma desteñida, con mucho que soltar, pero sin ánimos de hablar. Sólo soy yo, en un momento, pensando sobre pensar.





jueves, 7 de noviembre de 2013

parecido al despertar de golpe
que inició silente en madrugada
y al color del barro en el zapato,
vuelven los temores como inertes
alejados del omnipotente
arrastrando los ánimos de una voluntad
que encuentra impulso en fallos invisibles

de ausencias y a tiros he resuelto el rumor
que se proyecta cruel en mis fracasos
encontrándome inserta en el abrigo de una mirada,
me vi rendida al sinsentido pauteado desde la estructura
que no cae
ni dejará de ser

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